lunes, 13 de junio de 2011

Una tacita de Café 30 - La del barrendero





Iba en camino a su casa pensando, cuando se dio cuenta que su trabajo no lo estaba satisfaciendo más, demasiada era la tierra que tenía que levantar y basura que recoger se tenía que ensuciar bastante las manos y todo para que al siguiente día un simple irresponsable dejara todo igual o peor que como se encontraba antes, de regreso no hacía más que ver razones para abandonar su actual empleo, gente tirando basura, escombro, y demás contaminantes, entonces siguió caminando y más adelante pudo divisar que en una de las banquetas que él había limpiado había una pareja de novios y en una banca de una plaza que tenia basura, estaba un señor de avanzada edad platicando con su nieto… Fue entonces que descubrió que aunque ciertas cosas no quedaran limpias de por vida, su trabajo bien había valido la pena.

La vida es así, la mayoría de las veces para solucionar algo hay que “ensuciarse un poco las manos” ya sea con un simple cambio de actitud, planes, maneras de actuar o el cambio de perspectiva de la vida misma.